Un recién nacido ha sido hallado muerto este sábado en un contenedor soterrado de la calle Balanguera de Palma, según han informado fuentes de la Policía Local y del 061.
Según han indicado, la madre fue con una hemorragia a un centro hospitalario y acabó confesando dónde había dejado el bebé, por lo que hasta el contenedor se trasladaron efectivos de la Policía Nacional, los Bomberos, la Policía Local y técnicos de Emaya, que procedieron a desmontar el contenedor.
No obstante, cuando lo abrieron y encontraron el recién nacido, éste ya se hallaba muerto. Por el momento se desconoce si el bebé había nacido muerto.
La Policía Nacional ha tomando declaración a la mujer si bien ésta no ha sido detenida porque "todo apunta" a que el bebé ha nacido muerto.
Según han informado fuentes de la investigación, según ha relatado la mujer, sobre las 06.00 y 07.00 horas se encontró indispuesta en su casa y dio a luz a un bebé muerto de siete meses, que posteriormente envolvió con una toalla, metió en una bolsa de basura y tiró a un contenedor de la calle Balanguera de Palma.
Posteriormente, sobre las 15.00 horas, se volvió a encontrar indispuesta por lo que acudió a un hospital, donde narró todo lo ocurrido y el centro hospitalario llamó a la Policía y se activó el protocolo, que ha concluido con el hallazgo del recién nacido muerto.
La investigación la lleva el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional, si bien la mujer no ha sido detenida porque los indicios apuntan a que no se ha producido ningún delito.
Por el momento, se desconoce cuándo se le practicará la autopsia al cadáver del bebé.
