Tremendo cansinamiento traen consigo todos estos opinadores (que no periodistas) haciendo un bunker mediático en el que se han atrincherado para así poder atacar a diestro y siniestro y pretender vender unos artículos en prensa retrógrados e infumables bajo el supuesto manto de la libertad de expresión y así poder insultar a todo lo que huela a feminismo, homosexualidad, ecologismo o protección de los animales.
Llevan siglos haciendo lo que les da la gana y ahora que se les está acabando el chollo van de llorones y como decía El Fary: “Siempre he detestado al hombre blandengue”. Es ridículo y vergonzante ver lloriquear a estos hombres de pelo en pecho por no poder insultar a los maricones y llamarles por su nombre, por ver como les hacen más caso a las feminazis (que asco de palabra) antes que a ellos, ante la estocada que le están dando al rancio mundo de los toros estos progres catalanistas y muchas más cosas que han hecho que España y en particular Baleares estén dejando de ser el paraíso del macho ibérico, del cateto retrógrado y del bestialismo más irracional. Ver a estos opinadores haciendo piña y demagogia barata
A estos hiper ultra liberales les escuece la Ley de Violencia de Género porque según ellos la mujer es mala por naturaleza y seguro que utilizará la Ley por rencor y no por Justicia. Mucho más asqueroso es cuando argumentan que también hay hombres maltratados y no hay una ley especial para ellos (Baja el telón y se oyen risas) Por no hablar de las Leyes LGTBI y de Género que según estos señores (algunos muy afeminados) y alguna señora rubia del barrio de Salamanca es el principio del fin de Occidente así como lo hemos conocido hasta ahora. El hombre de verdad lleva siglos haciendo chistes de mariquitas y está seguro que a él nunca jamás le saldrá un hijo maricón porque él ha educado a sus hijos como Dios manda así que todo esto de leyes LGTBI le parece innecesario. Les parece correctísimo que en las escuelas se enseñe a odiar y a que el matrimonio es sólo entre un hombre y una mujer aunque la Ley en España diga lo contrario. Una y otra vez se llenan la boca con libertad de expresión y tolerancia. Son tan irresponsables que se creen súper cool por comparar España con Venezuela y lo único que consiguen es abochornar a las personas con dos dedos de frente, buscan el aplauso inmediato de sus acólitos. Lo mismo pasa con las leyes animalistas y contra las corridas de toros. Estos liberales de salón disfrutan como niños viendo sufrir a los toros, llevan a sus hijos a la plaza aún saltándose la ley y se fuman unos buenos puros y casi llegan al orgasmo cuando se llevan el cadáver del toro dejando un reguero de sangre en la arena de la plaza y si no te gusta es que eres un hippy sucio.
Si les llevas la contra a estos personajes te tachan de intolerante y repiten hasta el infinito que a este paso vamos irremediablemente y sin frenos hacia el Apocalipsis del comunismo. Uno por uno son unos cobardes pero si atacas a uno de ellos hacen piña y van de chulitos como una pandilla callejera. Su corporativismo mal entendido les deja en evidencia pero no les importa porque la dignidad hace mucho tiempo que la dejaron atrás.
En serio, háganse ya a la idea de que los tiempos han cambiado, que se puede seguir siendo muy hombre sin parecer algo del pasado. Dejen de insultar a todo lo que huela a cambio y aprendan a respetar como siempre lo han sido ustedes hasta ahora y recuerden que ser liberales es algo muy distinto a lo que pretenden aparentar





