El Ontynent, recién ascendido, ha sido una de las sorpresas del grupo tercero de Segunda B. A tres puntos de play off, ya le puso las cosas difíciles al Mallorca en el Clariano, donde un penalti ingénuo sentenció su victoria pese a las numerosas ocasiones que los anfitriones originaron en la segunda parte. Como visitante los valencianos completan un campeonato meritorio si tenemos en cuenta su presupuesto y sus objetivos. De los doce partidos disputados fuera de casa solo han perdido tres y aunque han encajado bastantes goles, en hipótesis no ha de ser uno de los rivales más flojos de los que aun visitarán Son Moix.
Recuperado Pedraza por obra y gracia del Comité de Apelación, Vicente Moreno tiene la opción de respetar su decisión inicial de alinear a José Angel en su posición o devolverle al banquillo toda vez que cuenta con el regreso de Xisco Campos una vez cumplida su sanción por suma de amonestaciones.
Después de cumplir casi los dos primeros tercios del calendario, el Lleida, al que hoy visita el Atlético Baleares, se ha mostrado por debajo de sus propias expectativas. No es tan fiero como lo pintan, marca pocos goles y ante su público no ha sido capaz de ganar más que cuatro choques hasta el presente. No es menos cierto que los de Horacio Melgarejo tienen al enemigo en su propia casa más que en las huestes adversarias, pero dadas las dificultades ilerdenses para marcar goles y la previsible muralla de los blanquiazules, no cabe descartar un resultado positivo para sus intereses de permanencia que, lamentablemente, son los únicos a los que pueden aspirar y preservar.
