El nuevo equipo de gobierno del Ajuntament de Palma, que según sus propias palabras representa la "nueva política", no se conforma con un teléfono móvil cualquiera, el que les corresponda, ya sea un Nokia o una Blackberry. Como cualquier hijo de vecino, prefieren uno de gama alta, altísima, el más caro del mercado que al fin y al cabo, no lo pagan de su bolsillo.
Ya sabemos que no tiene ninguna importancia y que se trata simplemente de un detalle irrelevante. Pero es incoherente que aquellos que han hecho de la simple anécdota, la noticia de portada, ahora quieran dotarse de los móviles más caros y ostentosos, los que fabrica la multinacional Apple, los iPhone. ¿Acaso no los hay más austeros y baratos? Por supuesto que sí.
Aquellos que presumen de ir sin corbata al Parlament o a su despacho en Cort, que repudian los coches oficiales como si no se tratase de instrumentos de la Administración para facilitar el trabajo de determinados cargos públicos, son quienes como ayer informó en exclusiva mallorcadiario.com, maniobran para poder fardar de móvil último modelo. Obviamente es un detalle sin ninguna trascendencia, pero evidencia mucho postureo y mucha sobreactuación de cara a la galería.
