El Fiscal pide para el procesado 11 años de prisión y multa de un millón de euros.
Según el relato de la Fiscalía, el procesado fue sorprendido en 2019 tratando de introducir en el aeropuerto de Son Sant Joan de Palma ocho botes con más de 23.000 comprimidos que tras ser analizados resultaron ser MDMA.