El ex jugador del Mallorca, después del Sevilla y ahora en el Deportivo, lo ha expresado con meridiana claridad en una entrevista firmada en El País por mi antiguo compañero Juan Luis Cudeiro: “hemos perdido lo que es la esencia del fútbol”. Y antes del tercer canto del gallo ha surgido un claro ejemplo de ello al convertir en noticia y polémica del odioso clásico entre el Real Madrid y el Barcelona la simpleza de si los jugadores de este último le harán pasillo a los del anfitrión por su título en el Mundial de clubs, torneo de tanta envergadura como quienes lo disputan, es decir los representantes de ligas tan significativas como la árabe y la mejicana, brasileña y española aparte. No interesa quién va o puede jugar, cómo encaran el choque ambos equipos, cuáles son sus virtudes y defectos, qué dibujo utilizarán, sus trayectorias en curso.......No, el pasillo.
Tampoco hace falta ir tan lejos. En una semana en la que el Atlético Baleares iba a enfrentarse a un rival directo en su inesperada lucha por evitar el descenso, su presidente quería reservar su protagonismo para la entrada de una excavadora en el derruido Estadio Balear, ahora objeto de reforma. Apareció hasta el ex diputado socialista Antonio Diéguez, que no se sabe qué pintaba por allí, y los futbolistas, que debían concentrarse en otros menesteres, se fotografiaban ufanos junto a los hierbajos de rigor y la bocana en ruinas del túnel de vestuarios.
No, no se libra Maheta Molango, más preocupado por la instalación de una “kiss cam”, corazoncito incluido, en Son Moix, cuyos salones se alquilan para comidas o cenas de empresa tal vez precedidas del preceptivo encuentro entre solteros y casados, que del frenazo del equipo en las últimas cuatro jornadas. Ya puestos, podría decorar el “lounge” de Son Bibiloni y ofrecerlo a Cuatro para un especial de “First dates”. Pero que estén tranquilos los mallorquinistas, Javier Recio, que sigue al frente de la dirección deportiva, ha declarado que habrá fichajes, dos y que buscarán que no empeoren el equipo, por lo menos que mantengan el nivel y, si es posible, lo mejoren. ¡Suerte!






