Este lunes los trabajadores de 'handling' del aeropuerto de Son Sant Joan se han concentrado por segunda vez frente a la sede de AENA donde exigen al ente gestor aeroportuario que ejerza su papel, asuma su responsabilidad y haga cumplir en las instalaciones del aeropuerto el convenio colectivo del sector aéreo. Los trabajadores de tierra de Acciona temen perder sus puestos de trabajo si Lufthansa se hace con las rutas de Air Berlín, ya que Lufthansa trabaja con otra empresa de 'handling', Groundforce, y sospechan que esta compañía no cumplirá con su obligación estipulada en el convenio colectivo de absorber a los trabajadores de Acciona en las mismas condiciones laborales, sino que contratará nuevos empleados en peores condiciones laborales.
Los sindicatos denuncian la intensa y acelerada precarización de los puestos de trabajo en las instalaciones de AENA y el conseller de Treball, Iago Negueruela, ha manifestado la predisposición del Ejecutivo autonómico para mediar entre los representantes de los trabajadores y AENA. Pero lo cierto es que hasta el momento AENA hace oídos sordos y no demuestra ninguna voluntad de intervenir en el conflicto, como si el asunto no fuera con ellos.
AENA es un ente parcialmente privatizado, que gana muchísimo dinero, absolutamente impermeable y que además no rinde cuentas de su gestión a las autoridades autonómicas, por más que controle en régimen de monopolio la principal puerta de entrada a Mallorca. Su falta de sensibilidad es alarmante, aunque tradicional, pero alguna vez debiera entender que su papel como servicio público es el de ofrecer un buen servicio a la ciudadanía y eso pasa por atener las demandas de los ciudadanos y, por supuesto, también las de los trabajadores que desempeñan su labor en las instalaciones del aeropuerto palmesano.
