Es la palabra más mascullada por el mallorquinismo al regreso del esperpento de Córdoba, con jugadores perdiendo tiempo para firmar el empate desde el primer minuto y haciéndose fotos de celebración al final. El Mallorca necesita una regeneración de tal calado que dudo mucho que pueda asumirse en un simple verano, por lo que temo lo peor.
Es muy probable que Serra se marche al Betis, que Cerdà venda sus acciones y que Claassen siga preguntando dónde está la puerta de salida, pero también es muy probable que esa transición se haga tarde y mal. De momento, todos los focos se sitúan sobre Aouate y eso no es muy tranquilizador, la verdad.
El club necesita vigor y recuperar las pulsaciones, por lo que esté quien esté en el cuadro de mandos es muy importante tirar de la cantera para resucitar el proyecto. Los chicos del B. Sí, los chicos del B deben estar al frente del cambio. Limpieza sí, pero también de jugadores. De los que nos han llevado a Segunda y al borde de la desaparición.
Tampoco creo que Olaizola esté preparado, de momento, para el reto de una temporada larga y dura en Segunda. Y Pep Alomar, imagino, irá allá donde vaya Serra. Así que… Luego está la batalla económica, y esa sí que da pánico. Una cosa es que entre un grupo empresarial fuerte y otra cosa es que vayan a cerrar los ojos. Veremos. El verano será largo.



