Los gatos son muy dormilones, más que los perros. En un ambiente familiar tranquilo y si no tiene compañeros de juego de su propia especie, un gato puede llegar a dormir el setenta por ciento del día. Además, los gatos son animales nocturnos que, a diferencia de nosotros y si no ponemos remedio, prefieren vivir la noche y dormir por el día. Es muy habitual observar al gato como en las primeras horas de la mañana llega fatigado hasta su lugar de descanso, como si se hubiera pegado una juerga hasta altas horas de la madrugada, y suele pasarse varias horas durmiendo.
Es precisamente este comportamiento nocturno de los gatos lo que ha producido que hayan sido animales ligados a la magia negra y la brujería, En la cultura popular, la actividad nocturna siempre se ha relacionado con las fuerzas del mal. Además sI tenemos en cuenta que su vista esta preparada para la visión nocturna y cualquier halo de luz provoca que parezca que le brillen los ojos, aún se exageran más las leyendas.Y no digamos si encima el gato es de color negro
Para conseguir que un gato se habitúe mejor a nuestra actividad diurna, hemos de procurar que durante el día juegue y se mueva. Si fomentamos el juego durante el día con juguetes, le despertamos de vez en cuando cuando esté dormido para interactuar con él, y le damos de comer a intervalos regulares. en poco tiempo nuestra mascota se adaptará al cambio de horario.
Y un dato curioso:
Según una encuesta que realizó la asociación protectora de gatos Cats Protection del Reino Unido, el cuarenta por ciento de los propietarios de gatos duermen mejor con su mascota que con su pareja. En este porcentaje, el setenta y cinco por ciento eran mujeres que decían que preferían el ronroneo del gato a los ronquidos de su marido, aparte de tener más espacio en la cama.
JR BATALLÉ EDUCACIÓN CANINA
“Todos podemos aprender a comunicarnos mejor con nuestros perros.
