Opinión mallorcadiario.com

Los hijos del vecino no son peores

Finalizado uno de los episodios más bochornosos de la era COVID para Mallorca, ha habido un “lagarto, lagarto” general para eludir responsabilidades. Jóvenes, padres, Govern y jueza… con tantos nombres en la diana, ha sido fácil que nadie entonara el mea culpa, siendo que no hay un único culpable. Sin embargo, hay tantos intentos de polarizar la sociedad, que, cuando uno critica la actuación de una parte, enseguida recibe acusaciones de estar defendiendo a la otra.

Recuerdo una ocasión en que presencié, con mis compañeros de instituto y estudiantes de otros institutos, una representación de El Lazarillo de Tormes por parte del gran Rafael Álvarez “El Brujo”. Al inicio de su extenso monólogo, y a la primera risotada de algunos alborotadores, paró la representación, y, además de llamar la atención al joven público por su comportamiento, echó en cara a los profesores que siempre decían que los asistentes que habían armado barullo eran “los de los otros institutos”. He aquí la cuestión.

Durante esta última semana nos hemos hartado de decir que los jóvenes venidos a Mallorca para celebrar su fin de curso y que han sido confinados en el Hotel “Covid” eran unos insensatos, incívicos, irresponsables, hijos de papá, pijos y muchas cosas más. ¡Qué mala suerte la nuestra que los que han venido son los insensatos, incívicos, irresponsables, hijos de papá, pijos y muchas cosas más!

Por lo general, todos los jóvenes, los de aquí y los de allí, están cortados por el mismo patrón. En Mallorca los tenemos de ejemplares -no olvidemos que 14.000 adolescentes han solicitado cita para vacuna el primer día en que han tenido la opción- y también hay muchos que si se hubieran encontrado en la situación que se han visto los chicos del hotel Bellver se hubieran comportado exactamente igual de mal. ¿O no nos acordamos de todas las fiestas ilegales que la policía ha tenido que interrumpir en la isla? ¿O no hemos contemplado todos remolinos de púberes sin mascarilla ni distancia de seguridad?

Son jóvenes, llevan un año y medio sin poder socializar como corresponde con su edad, están en una época en que las hormonas vuelan, tienen ganas de “pillar cacho” y se han visto frustrados. Los padres son quienes tendrían que haber tenido la vista suficiente para calibrar el riesgo potencial ante el que se encontraban.

Ahora díganme ¿De verdad que si a todos nosotros, cuando teníamos dieciséis años, nos hubieran malogrado de esta manera unas deseadísimas vacaciones con nuestros amigos, hubiéramos tenido un comportamiento ejemplar? Permítanme que lo dude.

Suscríbase aquí gratis a nuestro boletín diario. Síganos en X, Facebook, Instagram y TikTok.
Toda la actualidad de Mallorca en mallorcadiario.com.

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Más Noticias