Mira aquell estel que vola, sembla que s’acosta ja el Rei Negre,
posa una espardanyeta, d’ordi, faves i civada plena,
escriu-li una carteta, demanant-li somnis i juguetes
i els somnis són vera al matí
No lo digo yo, lo dice Tomeu Penya en su canción El Rei Negre. Queridos Reyes Magos, Aún faltan días para que lleguéis llenos de regalos, espero que recibáis mi carta a tiempo; la he tirado en uno de los pocos buzones de cartas de Correos que aún quedan. Este año he sido traviesa, como siempre, por lo que me imagino que llegarán los 50 euros y la bufanda, como siempre. Sin embargo, como prometo portarme bien todo el 2014, y como tengo una mentalidad muy positiva, os doy la ocasión de demostrar que realmente sois magos. Aquí va mi lista de peticiones: Como todo hijo de vecino, pido mucha salud, o, en su defecto, no tener problemas para acceder a la Seguridad Social. Nunca los he tenido, y no tendría porqué ser diferente ahora, ¿A qué no? En lo que se refiere a bienes materiales, sólo pido un techo que se pueda mantener y un régimen fiscal más laxo. Aunque haya quien lo critique, me importa un pimiento que estemos en año preelectoral. Si llega, bueno será. Me gustaría que existiera un mercado económico libre de manipulaciones y que no nos deje a los usuarios indefensos. Lo pido porque tenemos que ser una comunidad que no se amilana para salir adelante, y para ello es ineludible que las reglas del juego reales sean las mismas para todos. Una vez aprendida la lección de esta crisis económica, es hora de emprender con valentía. Y, también para que los ciudadanos nos sintamos reconocidos, creo que nos iría bien estar regidos por una forma de gobierno y una organización territorial que emane de la voluntad popular actual, sin tretas para mantener falsamente un status quo. En cuanto a la Justicia, gustaría de mano dura contra el tráfico de personas, drogas y armas, así como de lucha efectiva contra todos los hampones de lo público, garantizando en todo caso procedimientos y juicios imparciales. Pido poder disfrutar de esos grandes momentos que nos da la vida y que a menudo no apreciamos: cambiar la frialdad del móvil y del email por la calidez de la voz, música de la buena de artistas fetén, pan con aceite y una sardina de conserva... … Un viaje al centro de la vida. Saber vencer al miedo. Mirar tus ojos, sentir tus manos. Un te quiero. Uno. Colofón: Y, cómo si esto fuera un concurso a Miss América, también pediré paz en el Mundo.
