El Govern ha prohibido la reapertura de la cantina ilegal de Cala Varques en Manacor y ha impuesto una sanción de 100.000 euros a su propietario por "alteración de las condiciones de un espacio de relevancia ambiental" sin autorización y con una finalidad comercial.
Igualmente, se insta a la restauración del medio ambiente mediante el cese de la actividad de venta de bebidas y comida y el desmantelamiento de todas las instalaciones no autorizadas.
De esta manera, acaba un expediente sancionador iniciado a raíz de varias actas de los agentes de medio ambiente y del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil en 2016, en una campaña que impulsó la Conselleria de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca ese verano y que ha tenido continuidad en 2017 y en 2018.
Cabe resaltar que el infractor ha reconocido a los agentes de medio ambiente "la finalidad comercial del negocio ilegal" que llevó a cabo, como mínimo, desde hace ocho años, según consta en las actas.
La Conselleria ha actuado en vista de la pasividad de los organismos competentes, como la Demarcación de Costas, entre otros. Por esto, los próximos días dará traslado de la resolución al resto de administraciones afectadas, para que aseguren que la cantina no se vuelve a instalar y den apoyo a las actuaciones que se lleven a cabo.
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