Como si de la manzana de Adán y Eva se tratase, Pecat llega a nuestras manos como un fruto prohibido. Su color rojo pasión y su sabor intenso nos tientan a pecar con todas las consecuencias. Que nos expulsen del paraíso.
Sin embargo, en esta ocasión, el jardín del Edén no está en el más allá, sino más bien cerquita de Alcúdia. Las recién estrenadas bodegas del Celler Canyelles i Batle, que han visto nacer a 'Pecat', se encuentran ubicadas en la finca Son Simó Vell. Un agroturismo que desde hace 10 años ve crecer unas viñas que, finalmente, han dado a luz un vino con estilo propio. En total hectárea y media de extensión con más de 4.800 cepas plantadas.
El padre de la criatura es Sebastià Canyelles cuyas raíces familiares se extienden a lo largo y ancho del mundo vinícola en Mallorca. No en vano fue presidente y fundador de la sociedad que creó la bodega Macià Batle de Santa Maria del Camí.
Un padre que acaba de presentar, orgulloso, a su primer hijo. Pecat, de la añada 2011, elaborado a base de Syrah, Cabernet Sauvignon y Merlot y con una crianza de un año en barrica de roble francés.
Para Canyelles Pecat 2011 es un lujo y un pecado a la vez pero, específica, "el pecado es no tomárselo". Y es que se trata de un vino con cierta "exclusividad" pues las bodegas que lo fabrican son pequeñas pero de calidad. La familia Canyelles i Batle apuesta por una añada reducida. En principio sólo verán la luz 6.500 botellas a un precio en tienda de 14 euros aproximadamente.
Las nuevas bodegas del Celler Canyelles i Batle nacen en plena efervescencia del vino. Mallorca cuenta ya con más de 60 bodegas de producción propia. El mundo del vino está de moda y nuestra isla parece que aún más.
A continuación os dejamos algunas fotos de la presentación de 'Pecat' en las bodegas Celler Canyelles i Batle en la finca agroturismo Son Simó Vell:














