He visto hoy en un diario que la mayoría de las niñas de Baleares, con motivo del Carnaval, prefiere disfrazarse de princesa. Ustedes verán: ¿cómo es posible que nuestras niñas, ajenas a las políticas del Ministerio de Igualdad, ajenas a lo que pregonan nuestros incomparables líderes progresistas, quieran caer bajo el yugo de la tradición y acepten esta identidad? ¿Pero qué tiene que hacer Pajín, Aído y otras luminarias (de bajo consumo) que tenemos en el Gobierno, para prohibir esto? Los españoles o como quiera que nos llamemos, no nos merecemos un gobierno como el que tenemos: nos han educado para huir del sexismo y van las niñas y se decantan por ser princesas en lugar de camioneras. ¡Dios, qué desastre!





