Esto no es una leyenda urbana como la explosión en vuelo de la prótesis de silicona de la García Obregón. Parece científicamente comprobado que la bióloga no llevaba una teta explosiva. Pero que hay peligro en este tipo de componendas mamarias lo prueba el accidente que ha sufrido en una isla perdida de Honduras la actriz -exuberante, todo sea dicho- Tatiana Delgado. Esto parece serio porque es muy serio que Supervivientes pierda a uno de sus puntales eróticos por culpa de un golpe de pecho. Ya hubo un aviso de problema el primer día de la gala, cuando llegaron los participantes a la isla, que a Tatiana se le salió una, la izquierda según el lado del espectador, en vivo y en directo, aunque estuviera ligeramente difuminada por el barro de la prueba. Ya apuntaba cierta rebeldía en el sujetador para regocijo de Paquirrín, que está a la que salta. Pues fue eso, en el tradicional salto desde el helicóptero cuando Tatiana no midió bien el peso de las prótesis, no calculó el centro de gravedad, se le fue un poco la zona pectoral hacia adelante y se la pegó en el agua. Resultado: desplazamiento lateral, hematoma, ecografía, diagnóstico malo y a casa. Fíjate en los labios cuando llora en el vídeo porque ahí también hay peligro potencial de accidente. Pues eso, que volar no es bueno para las tetas recompuestas, que con las cosas de mamar no se juega, que la silicona la carga el diablo y luego pasa lo que pasa. Tatiana no ha sobrevivido en el reality por culpa de un golpe de pecho. Pobre.





