La concejal de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Palma, Angélica Pastor, hizo pública la suspensión de funciones temporalmente al jefe del Cos de Bombers de Palma, Manolo Nieto, tras haber dado positivo en un control de alcoholemia como consecuencia de un accidente de tráfico leve en el que se vio implicado. El veterano bombero, que llevaba más de 12 años al frente del departamento, puso su cargo a disposición de sus superiores y la responsable política del departamento informó que se le ha incoado un expediente disciplinario.
Pese a que se trata de una simple infracción administrativa y no hay ningún proceso penal, nadie niega que se trata de una situación no deseable y bastante desagradable, pero parece a todas luces un asunto muy alejado de sus responsabilidades directas como jefe de los bomberos de Palma y que pertenece al ámbito privado, del que deberá responder como cualquier ciudadano.
Todos recordamos casos donde diputados y senadores se han visto involucrados en hechos parecidos e incluso en circunstancias más graves y ni han sido suspendidos, ni han dimitido, ni han sufrido más consecuencias que las derivadas del hecho. Sin ningún ánimo de restarle importancia al caso de Manolo Nieto, lo razonable sería que tras la pertinente instrucción del expediente abierto, este profesional regrese al Cos de Bombers sin que le sean exigidas responsabilidades adicionales. Al fin y al cabo él mismo puso su cargo a disposición de la concejal Pastor, lo cual ya dice mucho a su favor.
