A finales del pasado mes de octubre el PSOE, afrontó un Comité Federal decisivo lleno de tensión e incógnitas y en el que el triunfo de la abstención, con 139 votos a favor y 96 en contra, a la investidura de Rajoy culminó una operación de acoso y derribo a Pedro Sánchez, a la sazón Secretario General del partido, que no solo dejó al partido maltrecho y sin liderazgo, sino que también lo dejó muy dividido, profundamente dividido entre ganadores y perdedores.
Desde entonces y sin un solo momento de serenidad para descansar, serenar los ánimos, tomar impulso, replantear estrategias, los componentes, ganadores de la gestora nombrada al rebufo del que se ha dado en definir como de golpe de estado interno y los tirititeros que desde fuera de la gestora manejan los hilos de los que dependen los salarios que cobran como cargos orgánicos y en la administración pública no han dejado de satanizar, ningunear, maltratar, despreciar y desdeñar al que instantes antes era el máximo dirigente del partido.
Así el portavoz de la Gestora, Mario Jiménez, pidió el pasado martes al ex secretario general del partido, Pedro Sánchez, que analice si sus actos “ayudan a que el partido esté en lo trascendente”, que es la tarea de oposición. “Nosotros tenemos que poner nuestra atención, y que nadie nos distraiga, que las cuestiones internas no se conviertan en arma en manos de nuestros adversarios para impedir que hagamos correctamente nuestro trabajo y ese es un riesgo que podemos correr si no se ve que lo importante es el interés general”, ha dicho y se ha visto obligado a declarar de nuevo que el exlíder es sólo un “militante más” y quitó importancia relevancia a la movilización que logró en Xirivella.
Al mismo tiempo que reclamó a Pedro Sánchez que congelara su candidatura, "Abandonemos el ensimismamiento. No es tiempo de proyectos individuales", pidió su portavoz.
Sin que haya abierto la boca, sin que se haya pronunciado sobre la actual y desenfrenada actividad televisiva nacional que le ha entrado a Susana Díaz , la más que probable candidata a ocupar la silla de la secretaría general del PSOE, después de encabezar la premeditada carnicería ocurrida en el último comité federal, y que tras su gira, su periplo por los platós de cadenas de televisión nacionales, ha elegido otro escenario, intentando proyectar una imagen internacional y Bruselas, la capital comunitaria, es el escenario elegido. Y Mario Jimenez no ha dicho que el proyecto de la Sultana sea un proyecto individual.
En cambio, a poco que se analice que tipo de viaje promocional se ha dado la Presidenta de la Junta de Andalucía, pagado con el dinero de los ciudadanos, se llega a la conclusión que ha sido simple y únicamente un viaje de promoción política y personal, con un solo detalle, hasta ahora, los dirigentes andaluces que viajaban a Bruselas iban con cometidos centrados en las ayudas europeas y los asuntos relacionados con asuntos agrícolas y fondos para infraestructuras. En este caso no ha sido así y Susana Díaz ha actuado como una dirigente que no es, ha pretendido ser vista en la capital como la jefa de la oposición que no es, al menos no lo es de manera oficial, entre otras cosas porque el liderazgo de la oposición en España sigue sin cabeza visible, descabezada, como el propio partido socialista.
Mientras prosigue su propia campaña de promoción particular , Susana Díaz le manda un mensaje indirecto a pedro Sánchez, al PSOE le toca “primero” abordar su proyecto político, o lo que es lo mismo “el qué”, antes de buscar “quién o quiénes” lo dirigen en un futuro sin determinar aún, con la celebración de un congreso que cada vez se ve más lejano y difuso.
No se entiende que, con lo que le está cayendo encima al PSOE, sus dirigentes se preocupen tanto del que despectivamente llaman “sólo es un militante de base” sin darse cuenta de que al mismo tiempo que desprecian a Sánchez desprecian a los demás militantes, o, en el peor de los casos, si son conscientes de lo que dicen y solo es que se les calienta la boca demostrando lo que son.
Si como dice el refrán que cada uno habla de lo que le interesa, a los mandamases actuales y a parte de la baronía del PSOE le interesa más lo que piensa y hace Pedro Sánchez que trabajar y ocuparse del bien general.