El individuo fue pillado 'in fraganti' por una de las usuarias de los servicios que se percató de que el hombre la grababa con un móvil desde el aseo contiguo y desde arriba.
La mujer increpó entonces al hombre por lo que hacía.
La situación hizo que otras dos usuarias salieran de sus aseos y comenzaran a aporrear la puerta en la que se hallaba el hombre exigiéndole que saliera mientras se daba aviso a los servicios de seguridad.
"UNA BROMA"
Minutos después se personó una patrulla de la Policía Nacional a la que el hombre entregó el móvil para que los agentes comprobaran las grabaciones y alegando que se trataba "de una broma".
Tal “excusa” no evitó su detención como autor de un delito contra la intimidad y que desembocó en una entrada y registro domiciliario en el que se intervino un portátil, dispositivos de almacenamiento USB, un segundo móvil y varias cajas de CD que se hallan pendientes de análisis.