Zinkia, la productora de Pocoyó, se ha acogido al preconcurso de acreedores, tras renunciar a la emisión de deuda que tenía en marcha por la escasa demanda.
La compañía, que atraviesa una grave crisis de liquidez, con un fondo de maniobra negativo de 3 millones, lanzó el mes pasado una emisión de bonos a tres años para captar 7,8 millones de euros, en la que ofrecía un interés del 11%. La emisión fue aprobada por la CNMV, que sin embargo incluyó una inusual y dura advertencia a los inversores en el folleto. El regulador informaba de que la empresa no cuenta, a corto plazo, con liquidez para pagar sus deudas.
Gracias a esta figura permite a las empresas con dificultades financieras negociar con sus acreedores, bajo supervisión judicial, antes de tener que declararse en concurso.