La reina Sofía apenas habló 50 segundos ante un Teatre Principal abarrotado el día que recibió el premio "Popular de Honor" que le entregaba la cadena COPE. Fue el 19 de marzo. En esos 50 segundos, la madre del rey Felipe VI lanzó el mensaje más sutil pero con más fondo que se le ha escuchado pronunciar en décadas: "Podéis seguir contando conmigo".
Ese "conmigo" anunciaba mucho más de lo que significa la propia palabra. Era un "conmigo sí y los demás de la familia que hagan lo que quieran pero con Juan Carlos no contéis mucho".
La familia real ha dejado de hablar en plural. El matrimonio Juan Carlos/Sofía ha quedado para el recuerdo y para las interminables galerías de fotos agrandadas a base de décadas de dedicación a la Corona. La abdicación del rey Juan Carlos para dar paso a Felipe VI ha ido más allá de una simple sucesión en el trono. Ahora, la reducción de compromisos y obligaciones permite a marido y mujer lo que parece que deseaban hace tiempo, hacer vida por separado.
Las agendas de uno y otro les mantienen permanentemente alejados, incluso en continentes distintos. Ya es una evidencia. El rey viaja cuanto más lejos mejor. y lo hace solo. La reina viene a Palma todo lo que puede y más. Siempre ha reconocido que la capital balear podía llegar a ser su segunda residencia -la de primavera y verano- una vez llegada la jubilación. "Podéis seguir contando conmigo".
Por lo que parece, Sofía es más la "ex" que la mujer del rey. A Juan Carlos ni se le ve ni se le espera donde esté la reina. Fíjense si no en la foto de la Misa de Pascua de hace unos días en la Seu.
Si uno hace un ejercicio de empatía con el monarca puede llegar a comprenderlo todo. ¿Quién se va de vacaciones a compartir casa con la ex y cuando ya no hay megayate atracado allí?. Con tu ex y sin el barco. Mejor optar por cualquier otro lugar del mapa.
A ver si al final la que tenía el compromiso más fuerte con la isla era ella y no él. Lo cierto es que no es difícil vaticinar que a Juan Carlos ya le veremos poco por aquí, y, la verdad, tampoco hace mucha falta porque en la calle, hoy por hoy, Sofía es mucho más popular y querida. Sin embargo, la otra incógnita de la ecuación se mantiene. Habrá que ver si al hijo y la nuera les apetece visitar mucho o poco la que ya ha sido reconocida como "la mejor ciudad del mundo para vivir".
