Como era de prever, los nuevos gestores políticos de Cort han anunciado que a fin de cumplir con el acuerdo programático de revocar el concurso del Palau de Congressos que ganó el Grupo Barceló, han solicitado informes técnicos y jurídicos (del propio Ayuntamiento y también externos) al efecto, que les permitan convocar un nuevo concurso.
La situación es harto preocupante, pues para hacer las cosas correctamente es justo de la forma contraria como deberían hacerse. Reconoce la propia portavoz del gobierno municipal Neus Truyols, que se pretende revocar el concurso y que para eso se han pedido los informes pertinentes, cuando debiera ser al contrario: pedir informes técnicos y si hay alguna causa que lo justifique, revocar el concurso. Con un fin predeterminado, sabiendo dónde se quiere llegar, el consistorio se embarca en una aventura de dudosa legalidad y que constituye un auténtico despropósito.
Han tenido que pasar cinco concursos para lograr adjudicárselo a un potente grupo hotelero como el Grupo Barceló, asociado a un importante gestor internacional de congresos. Ahora se antoja al nuevo consistorio que haya un sexto concurso, con lo que eso significa de retraso a la hora de poner en marcha y comenzar a rentabilizar la instalación. Lo peor de todo es que nadie puede asegurar que vaya a haber alguien interesado en embarcarse en un proyecto semejante. Cuidado no se lo vayan a tener que comer con patatas.
