Desde primera hora de este jueves, agentes de la Policia Judicial de la Guardia Civil registran, con la ayuda de canes adiestrados, una finca de la Part Forana con el objetivo de hallar alguna pista de Antonio Llabrés Mairata, el hombre de 46 años que desapareció en Binissalem a finales de agosto de 2020 que pudo ser asesinado por parte de un ibicenco, con amplio historial delictivo a lo largo de las últimas décadas.
El operativo ha tenido lugar gracias a los recursos empleados al principio de la presente semana en Sa Porrassa, la finca de Calvià en la que los agentes buscaron indicios de Malén Zoé Ortiz, la adolescente a la que se le perdió el rastro en diciembre de 2013 en Magaluf.
Cabe recordar que, en el momento de la desaparición, Llabrés tenía 46 años. De 1,72 de estatura y complexión robusta, vestía vaquero, jersey beige de manga corta y calzaba unas chanclas negras.
Según fuentes de la investigación, el presunto autor del asesinato sería un septuagenario ibicenco que compartía casa con la víctima y que cuenta con un amplio historial delictivo desde los años 80. De hecho, se le imputan desapariciones de otros dos hombres en la mayor de las Pitiusas.
En diciembre de 2020, se utilizaron para el registro perros adiestrados, excavadoras y buzos que revisaron los pozos. Al no aparecer nunca el cadaver, el sospechoso quedó en libertad.
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