Hace unos días nos han dejado dos personajes antagónicos en su forma de entender la política. Rita Barberá, Alcaldesa de Valencia durante 24 años y Fidel Castro que llegó al poder tras encabezar la Revolución Cubana que triunfó el 1 de enero de 1959. Tuve la oportunidad de conocerlos personalmente, a la Alcaldesa en diferentes Actos oficiales en Valencia y al Comandante en un viaje oficial a cuba en el año 2000.
A Rita Barberá se la ha acusado de corrupción entre otras cosas que no dudo pueden ser ciertas, no lo sé, ha hecho el gran viaje y no nos ha dado la oportunidad de comprobarlo, bien es cierto que en los últimos tiempos no gozaba de la confianza de la cúpula de su partido de siempre, el PP, le habían hecho el vacío, no la querían, no gustaba que mantuviera su acta de Senadora, aunque el 14 de septiembre de este año se dio de baja en el Partido, no hicieron caso de la presunción de inocencia que toda persona imputada o investigada como se dice ahora, tiene derecho. Ahora cuando ya no está entre nosotros, todos la recuerdan. Durante estos 24 años cambió de arriba abajo Valencia, la modernizó, la Ciudad de las Artes y las Ciencias es buen ejemplo de ello, todos la tomaban como modelo, se querían parecer a ella, pero cuando los cuervos vuelan bajos, desprecio y soledad, han permitido que un ser humano que guste o no, ha hecho mucho por los demás, se muera en la soledad de un Hotel sin nadie a su lado. Así es nuestra sociedad y muy especialmente nuestros políticos.
Al Comandante Fidel Castro le saludé en una cena oficial ofrecida por el Gobierno de la República de Cuba al Presidente de las Illes Balears Francesc Antich y a toda la comitiva. Un viaje oficial que me permitió conocer la forma de trabajar del Gobierno Cubano. El contacto diario y portavoz era José Ramón Fernández Álvarez, héroe de la República de Cuba y Presidente del Comité Olímpico en aquellos días, persona de máxima confianza de Fidel Castro, con el tuve jugosas anécdotas y algunas situaciones extraordinarias en la forma de organizar la visita. Aprendí mucho de su forma de actuar y retengo un buen recuerdo y gran respeto por su persona. Estábamos sometidos a un férreo control en nuestros movimientos, sabían todo lo que hacíamos, incluso en nuestra Residencia requisada a los americanos en los tiempos de Batista, ubicada en la Urbanización El Laguito estábamos bajo su control, Algunas situaciones que se podían producir fuera del programa oficial y que crearos su desconfianza, hicieron que nos confirmaran el día y hora de la cena con Fidel Castro el día anterior por la mañana. La cena estaba convocada a las 21h pero se retrasó por espacio de una hora y terminó a las 4 de la mañana del día siguiente. Seis horas en que casi todo el peso de la conversación lo llevaba el Comandante.
Fidel Castro fue una persona, como dice mi amigo Miguel Segura, narcisista, ególatra y sanguinario, pero pasará a la historia como un líder, un símbolo del siglo XX, con muchos detractores y gente que le quería y le quiere, aunque estén pasando hambre, en la miseria, gente que aún vive del recuerdo de la Revolución. HASTA LA VICTORIA FINAL es su eslogan, buscar la victoria final en un logro que todos queremos en nuestra vida y nuestras profesiones, pero no en el sentido que buscan los cubanos, han pasado 57 años, mucho tiempo. La República de Cuba se merece abrirse al mundo en libertad, que se termine el bloqueo internacional, los cubanos se han ganado el derecho a vivir con dignidad, aún así Fidel Castro, para bien o para mal, siempre estará en su memoria.
NOTA: Mi porra para el próximo partido Barça-Real Madrid es 3-0!!!!!





