Mientras que las gasolineras de Avenidas y Plaza Progreso retardan su cierre, el surtidor y el cartel de la antigua gasolinera la calle Benet Pons i Fàbregues, a la altura del número 40, siguen instalados en la vía pública a pesar de que la pequeña estación está fuera de servicio desde el año 2013.
Vecinos y comerciantes de la zona han reclamado al Ayuntamiento de Palma, a la Conselleria de Industria y a la compañía Repsol que tanto el surtidor como el cartel sean retirados, pero de momento tanto las instituciones como la multinacional energética y petroquímica están haciendo caso omiso a las distintas peticiones.
La existencia del surtidor de gasolina y del cartel de Repsol están causando problemas además de entrañar un peligro potencial. El surtidor de gasolina además de suponer una barrera para los viandantes, sigue estando electrificado por lo que podría generar una descarga eléctrica a cualquier persona que se acerque a él. A ello, hay que tener en cuenta que a escasos diez metros del surtidor se encuentra una de las entradas del Col·legi Balmes, por lo que cientos de niños pasan diariamente por delante del surtidor, y no es extraño ver a alguno que casi lo toca. También algún perro descarga sus necesidades sobre él.
En cuanto al cartel de Repsol tapa la visibilidad de los carteles de negocios de la misma calle, provocándoles un perjuicio en cuanto a que pierden su principal reclamo comercial.
Vecinos que se han puesto en contacto con mallorcadiario.com temen que pueda suceder una desgracia con el surtidor y ruegan al Ayuntamiento que resuelva la cuestión antes que tener que lamentar algún incidente de gravedad.
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