Consecuencias de la pandemia
El coronavirus lo ha cambiado todo, también la movilidad. Hasta el estallido de la crisis del Covid-19, las administraciones locales, autonómicas, central y europea apostaban con decisión por el transporte público ante la amenaza del cambio climático pero ahora que la pandemia obliga al distanciamiento físico -especialmente en los lugares cerrados- el vehículo particular saca músculo y vuelve a reivindicarse como una prioridad para los ciudadanos. Tanto, que cuatro de cada diez españoles se plantean comprarse uno durante la desescalada y la denominada "nueva normalidad".