Vista la fotografía de la presentación de la inminente edición de la Challenge Ciclista a Mallorca y concluido que habrá más políticos que corredores, pasaremos directamente a otro asunto. No, no es la lesión de Rafa Nadal en el Open de Australia, sino el nuevo invento de la UEFA para recaudar a costa de las selecciones nacionales por si el calendario del fútbol no estuviera ya suficientemente cargado.
Ahora se han sacado de la manga un engendro al que han bautizado como la Liga de Naciones que, según ellos, ocupará las fechas destinadas a los partidos amistosos que se venían celebrando hasta ahora. Traducido, las televisiones tendrán que pagar más por una competición que por una payasada. Lo más gracioso es que a cada uno de los campeones de los cuatro grupos en que se ha dividido la cosa, se les clasificará automáticamente para la fase final de la Eurocopa. Y pregunto ¿eso significa que ya no tendrán que participar en la fase previa?.
Todo eso a espaldas de Javier Tebas, el presidente de la LFP, que anda estos días muy ocupado colocando futbolistas de Arabia Saudí, una potencia mundial, en clubs españoles previamente aleccionados. Qué raro que Maheta Molango no se haya enterado porque al parecer quienes contratan a tales promesas no solo no tienen que pagar, sino que cobran. Claro que los jeques, que no tienen un turbante de tontos, no quieren equipos fuera de las categorías de élite.
Como aficionados siempre es preferible la perspectiva de un España-Inglaterra o España-Croacia, que un sugestivo cartel frente a San Marino o las Islas Feroe, pero lo que quizás no entiende esta gente es que la gallina ya ha puesto tantos huevos de oro que, como sigamos así, ya no servirán ni para freírlos con caviar.