La semana pasada, cuatro 'matados' pintaron el cartel del toro de Osborne en la carretera de Manacor, con los colores de la bandera gay. Y este fin de semana, unas diez personas representando a unas veinte organizaciones ciudadanas, más dos senadores del PP, volvieron a pintar el toro de negro. Sumen a esto los medios comunicación de la derecha elogiando la entrepierna del toro y al Balears diciendo bobadas sobre el nacionalismo catalán y cómo le hiere el puñetero toro y el espectáculo llega a niveles maravillosamente ridículos y absurdos: los unos sacan pintura de colores contra España y los otros sacan la brocha negra. Y todo, siempre, observado a cierta distancia por la Benemérita. Oigan, que si Berlanga hiciera una película sobre esto diríamos que se le ha ido la mano.





