Tras el tsunami de la corrupción que ha marcado los últimos cuatro años en Mallorca, el Parlamento aprobará hoy por unanimidad un nuevo reglamento que es la respuesta legal a estas situaciones. ¿Qué cambia? Nada. O, mejor dicho, algunas exigencias se relajan aún más que antes. El reglamento aprobado ayer con el acuerdo de todos los partidos, obliga a que un diputado sea suspendido cuando contra él se abra juicio oral. Hasta ahora esa suspensión era anterior, era cuando se producía el procesamiento, figura del anterior modelo de procedimiento criminal. La suspensión del diputado deberá acordarse, como hasta ahora, por la mayoría de la cámara. ¿Y con el transfuguismo, que seca la garganta de nuestros próceres? Tampoco. Nada. Sólo se aumenta la exigencia de tres a cuatro diputados para hacer grupo propio y se impide el préstamo de diputados, lo cual era obvio que era contrario al espíritu de la Ley pero que nuestro Parlamento violó en varias ocasiones. Por lo tanto, tras cuatro años de corrupción, después de que unos Presupuestos fueran aprobados por un diputado que ya había sido juzgado por unos delitos que le han llevado a la cárcel, nada cambia en nuestro Parlamento. ¿Para qué? ¿O es que alguien cree que esto da votos?





