Los hechos ocurrieron en la madrugada del pasado 30 de abril en el Camí de Son Rapinya cuando una patrulla del Grupo de Actuación Preventiva de la policía observó a un turismo acercándose hacia ellos a una gran velocidad.
Así, uno de los agentes tuvo que advertir al grupo de que se apartaran de la trayectoria del vehículo ya que, pese a que pese a hacer uso de los sistemas lumínicos de su motocicleta, no daba señales de que fuera a variar su ruta ni a esquivarlos.
Se inició así una persecución en la que los agentes hicieron uso de señales luminosas y sonoras para advertir al conductor.
Los agentes lograron situarse con sus motos a la altura del conductor y le indicaron que detuviera la marcha pero la única respuesta que obtuvieron fue un brusco cambio de dirección que obligó al motorista a realizar una maniobra de esquiva para evitar ser arrollado.
Consultados los registros informáticos, se identificó al responsable del vehículo.
ARRESTADO AL LLEGAR A CASA
Con el fin de no poner en peligro la seguridad del tráfico, los agentes abandonaron su persecución y se dirigieron al domicilio del titular, estableciendo un perímetro de vigilancia.
Minutos después apareció el conductor que fue interceptado. Los agentes apreciaron un fuerte olor a marihuana que emanaba del interior del coche.
La prueba de detección de drogas arrojó un resultado positivo en dicha sustancia.
El individuo, español de 23 años, fue detenido por un presunto delito contra la seguridad vial por conducción temeraria y otro delito de atentado contra agente de la autoridad.
El positivo en sustancias estupefacientes se denunció administrativamente.
El vehículo fue retirado al depósito municipal de vehículos de Sa Riera.
Tras las diligencias practicadas por la Sala de Atestados, el detenido pasó a disposición judicial.