El presidente del Consell de Mallorca, Miquel Ensenyat, lamentó este miércoles, durante el debate de política general de la institución insular, que el formato de dicho debate está obsoleto, excesivamente encorsetado y que no favorece el consenso. Los tres defectos reseñados por el exalcalde de Esporles, son de calado y teniendo en cuenta que no se trata del primer debate de política general de la legislatura, convendría que se hubiese puesto solución con anterioridad. Esta es una responsabilidad del presidente del Consell y es una lástima que se lamente de lo que él mismo no ha hecho.
Por otra parte, el equipo de gobierno del Consell ha llegado al ecuador de su mandato y por más que se presuma de una institución fuerte y potente, la ciudadanía no la percibe así en absoluto. El tripartito que gobierna, compuesto por PSIB, Més per Mallorca y Podem, no ha conseguido cambiar la percepción que los habitantes de la isla tienen de la institución insular. Si a ello se suma una escasa voluntad de hacer partícipes de la acción de gobierno a los partidos de la oposición, comprobaremos que nuevamente se incurre en una gestión marcadamente partidista y, por tanto, bastante alejada del interés general de todos los mallorquines.
