En una publicación en sus redes, desde Arrels Marines señalan que "en diciembre pasado un velero encalló en Bonaire. Cuando todavía estaba en la superficie y pudo haber sido retirado, no se hizo nada, ni los propietarios ni las administraciones responsables".
"Poco después de fuertes vientos, el barco se hundió. Arrels Marines lo informó, pero nadie actuó tampoco", lamentan antes de subrayar que "ahora el barco está naufragado y sus restos se han extendido por todo el lecho marino de la zona".





