No les queda una gota de paciencia. Los vecinos de Playa de Palma y s'Arenal contemplan con enorme preocupación el inicio de una nueva temporada que se presenta igual de conflictiva que años anteriores. Pese a la renovada ordenanza cívica que Llucmajor puso en marcha a finales del verano pasado y el anuncio de la regidora de Seguretat Ciutadana de Palma, Angélica Pastor, de que Ciutat tendrá ordenanza "eficaz" este verano -pero no antes de julio-, los residentes exhiben públicamente su hartazgo y enfado con las Administraciones y recuerdan que las elecciones están a la vuelta de la esquina. mallorcadiario.com se sienta con algunos integrantes de las asociaciones Amics de s'Arenal y Ciutat de s'Arenal. Ésta última forma parte de la Plataforma Por una Playa de Palma Cívica, que integra a vecinos, hoteleros y comerciantes en un frente común contra el turismo de borrachera. "O nos organizamos nosotros o los políticos no harán nunca nada aquí", lamentan Biel, Soledad, María José, Yug, David, Alfonso, Lola y Pilar. "No entienden que ésto ya es un problema de salud pública: de ansiedad, insomnio, depresión y miedo".
Para que quede claro: ¿ustedes tienen algo en contra del turismo?
En absoluto, aquí todos vivimos de él de una forma u otra. De lo que estamos hartos es de este tipo de turismo. No queremos a todos esos que vienen a hacer "Resacón en Mallorca", a ponerse hasta arriba de todo, a berrear, a vomitar y orinar en la calle, destrozando todo lo que pillan a su paso. Queremos que las autoridades, de una vez por todas, se pongan a trabajar en el cambio de mentalidad de los turistas en su país de origen, es decir, antes de que venir, no aquí. Ya basta de esa imagen de destino "basura" en el que todo vale. El día que veamos guiris borrachos detenidos y esposados con la Policía española en las portadas alemanas, entonces nos creeremos que están trabajando por un cambio de modelo.
¿Confían en que este verano haya un cambio a mejor?
Rotundamente no.
¿Confían en los políticos de Palma y Llucmajor competentes en esta materia?
Absolutamente nada.
En ese caso, hagamos repaso de los desastres que se avecinan: ruidos, concentraciones masivas en la calle, botellón, venta ambulante, trile.
Sí, lo de todos los años. Llucmajor estrenó ordenanza a finales de verano pero a los hechos nos remitimos: fue un infierno, con ella o sin ella. Es verdad que había un conflicto enquistado entre Policía Local y Ayuntamiento y parece que con el nuevo jefe de Policía, Sergi Torrandell, pintan mejor las cosas pero nosotros, hasta que no veamos los efectos reales, no nos creemos nada.
Según Angélica Pastor, la ordenanza cívica de Palma se aprobará inicialmente en el pleno de abril. Por cuestiones administrativas, no estaría en funcionamiento antes de julio, en el mejor de los escenarios. ¿Qué les parece?
Pues que los vecinos pagamos, una vez más, la incompetencia de los responsables políticos de Cort. Tendría que estar en vigor, como tarde, a principios de abril porque ya tenemos una cierta ocupación y pronto empezaremos a ver las primeras fiestas etílicas. El problema, en cualquier caso, no son tanto las ordenanzas como la falta de aplicación. Normas hay pero no se hacen cumplir.
¿Es decir, que los policías no aplican las ordenanzas?
Sabemos fehacientemente que en Llucmajor no se aplicó el verano pasado. ¡Pero es que tenemos dos policías en el turno de noche para toda esta zona! De todas formas, dependemos de dos Administraciones distintas que se llevan mal de siempre, y así no hay nada que hacer. Queremos policías específicas para esta zona, bien de ambos cuerpos de manera coordinada o bien, como entidad independente.
¿Faltan efectivos?
Sí, faltan policías y no solo en temporada alta: ahora mismo, en pleno marzo, se nota la escasez. Y además, es necesario que estén más en la calle. Menos vueltas en coche y más patrulla a pie.
Hace una semana se reunió por primera vez la mesa técnica de la Plataforma Por una Playa de Palma Cívica (con vecinos y hoteleros) y los distintos cuerpos policiales que actúan en la zona: Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Local de Palma y Llucmajor. ¿Cómo lo valoran?
Fue una primera toma de contacto y lo positivo es que se acordó que fuera periódica: cada mes y medio nos reuniremos con ellos. Es un paso importantísimo y nos gustaría destacar que si ésto sale adelante, es por nuestro empuje e iniciativa, la de los residentes y los empresarios. El factor social y el empresarial está forzando la coordinación de cuerpos de seguridad. Si dependiésemos de los políticos, aún estaríamos esperando.
¿Qué les expusieron?
En primer lugar, les pedimos que nos dejasen meridianamente claro la responsabilidad y competencia de cada cuerpo. No puede ser que se pasen la patata caliente siempre. A la Policía Nacional, en concreto, le recordamos que hace dos años, un 22 de abril, hubo una macroconcentración de alemanes bebiendo y desfasando en plena calle y playa y solo actuaron a instancias de la Local y éstos, por petición nuestra. Si nosotros no les hubiésemos avisado, ahí no habrían movido un dedo. Además, les pusimos encima de la mesa un mapa con los puntos calientes en Playa de Palma. Si éstos se eliminasen, no llegarían todos los borrachos de los balnearios 1 al 8 hasta la parte de s'Arenal.
Se frenaría el trasvase de un lado a otro. No obstante, el tramo de s'Arenal también tiene problemas propios de ruidos y borracheras.
Sí, en s'Arenal hay mucha pensión y hoteles de pocas estrellas que traen, sobre todo, a estudiantes. En junio es un sinvivir. Los touroperadores que trabajan este sector les dicen "del torrente hacia Palma no vayais a gritar ni a ensuciar" y se concentran en la playa y en el polideportivo a hacer botellón. Se van también por el paseo de Son Verí y arrasan con todo, con el mobiliari urbano, el pinar, la cueva verde... Son estudiantes españoles, algunos menores de edad, y vienen sin monitores ni profesores.
¿Nadie les dice nada?
A la vista está que no. El touroperador les cuenta a los padres la gran mentira de que aquí estarán controlados por monitores pero no es así. Hay folletos en 36 idiomas en todos los hoteles, de jóvenes y adultos, explicando cuestiones básicas de seguridad... ¡Pero nadie los lee!
Luego está el trile.
Sí, una familia entera -los Bustamante- riéndose de toda la sociedad desde hace años, con una actividad ilícita en plena calle, y aquí no pasa nada. Hoy mismo (por el jueves) estaba la colla de los Bustamente actuando y sin más. Tú aparcas mal y te cae una multa. Los guías turísticos avisan a la gente mayor del Imserso que no caigan y aún así, se la dan. Hay un caso real, que conocemos de primera mano, de un señor al que timaron y salió corriendo hacia una patrulla de la Policía Local que circulaba en esos momentos por ahí. Le vieron pidiendo ayuda, les pedía que parasen y sin embargo pasaron de él. Resulta que eran de la Local de Llucmajor y estaban en el lado de Palma.
Y la venta ambulante.
Sí, si solo fuesen un par de ellos y solo se dedicasen a vender bolsos, no estaríamos hablando de ésto, no sería un problema. Pero es que no es así. Para empezar se mueven en masa, son muchísimos. Luego, el acoso que ejercen sobre los usuarios y cómo les timan: les venden artículos el doble de caros que en una tienda legal de souvenirs porque los pillan borrachos, que no saben ni cómo se llaman. Y por último, porque muchos de ellos se dedican a trapichear con drogas y a ofrecer otros servicios.