Gobierno y sindicatos han alcanzado un acuerdo para reformar el sistema de pensiones. La reforma era necesaria ya que el modelo, en las actuales circunstancias económicas, era insostenible. No obstante, los mensajes que llegan desde el propio Govern de Antich son muy pesimistas sobre los fijos discontinuos. Hay una nebulosa sobre cuánto tiempo deberán cotizar todos los trabajadores que están en la hostelería para poder cobrar una jubilación, pero también qué cobrarán cuando les llegue la hora de retirarse. No se puede permitir que los fijos discontinuos no tengan un tratamiento especial sobre el cómputo de años trabajados para poder cobrar la jubilación porque se corre el riesgo de que nadie quiera trabajar en el sector turístico. Las soluciones de ampliar la temporada turística no han funcionado en estos años pese a los intentos que ha habido, pero o los hoteles permanecen abiertos todo el año o, por el contrario, profesiones como camareros, recepcionistas y limpiadoras tienen poco futuro. Convendría que el Govern de Zapatero aclarase qué pasará con los fijos discontinuos, más allá de las prisas que hay para aprobar el nuevo modelo de pensiones.



