Había ganas de salir a la calle. La gente se sentía en la necesidad de mostrar pensamientos, opiniones, emociones. A pesar del mal tiempo, nada tenía que parar la expresión popular más sincera de este fin de semana.
Y qué mejor ocasión para compartir significativos momentos en familia. Porque ellos, los más pequeños, son lo más importante. Y porque importante también es enseñarles a apreciar lo que son, que sepan tener una opinión crítica de todo lo que les envuelve, que tengan una amplitud de miras para analizar lo que se hace y lo que se dice. Porque en la infancia se forja el ser del adulto.
Son de agradecer los escenarios en los que prima la libertad de expresión, la divulgación del mensaje permitido y prohibido, la interrelación entre las personas, la vida en sociedad ante la reclusión domiciliaria, la puesta en común de ideas, conocimientos y sentimientos.
Como en las catorce ediciones precedentes, la Fira de Teatre Infantil de les Illes Balears en Vilafranca, FIET, ha vuelto a ser un éxito. Y ello, más allá de esta importante cita dentro del calendario teatral, es una grandísima noticia. El teatro no es arte gratuito.





