Vírgenes

“Evitar los impuestos es el único esfuerzo intelectual que tiene recompensa.”

No lo digo yo, lo dijo John Maynard Keynes.

En Podemos son tan antisistema que ni siquiera se creen la encuesta del CIS que les sitúa como tercera fuerza política en España. Sea cuestión de credulidad o de fe, lo cierto es que los resultados del barómetro público no adolecen de verosimilitud.

El partido encabezado por Pablo Iglesias es la primera opción por parte de menores de 45 años y de mayores que se encuentran en situación de paro de larga duración. El discurso de que la crisis económica está provocada en gran medida por el anquilosamiento de un sistema dominado por “la casta”, ha penetrado.

Hace tiempo que circula un viral donde se reproduce un círculo vicioso: Votamos PP à PP lo hace mal à Votamos PSOE à PSOE lo hace mal à Votamos PP (y así eternamente). A pesar de no ser un mensaje lanzado en las últimas elecciones europeas, parece que esta vez un número más considerable de electores se ha convencido de que abstenerse o votar uno de los dos partidos mayoritarios es perpetuar la situación actual (que cada uno interpretará si es buena o no).

Además, Podemos arrastra el “voto simpático”. Si poca gente se ha leído el programa electoral de PP y PSOE, menos se debe de haber analizado el de Podemos, pero ello no es óbice para que esta formación de ultraizquierda consiga votos de personas que, independientemente de su ideología, consideran que el actual sistema está pervertido y que sólo se soluciona con un cambio brusco que ni PP ni PSOE pueden o quieren ofrecer a la práctica.

Las propuestas de Podemos son sugestivas por denominarlas de alguna manera. Puerta abierta a todo el mundo, y renta básica garantizada. Los números les cuadran porque, en consonancia con su situación en el espectro político, proponen que sean las rentas más altas las que mantengan principalmente el estado.

Sin entrar a discutir si el actual sistema es benévolo con los que más tienen, o si deberían de limitarse los instrumentos jurídicos para evadir responsabilidades fiscales, tenemos que ser conscientes que, si el que más posee tiene que destinar una proporción considerablemente elevada de sus bienes al sostenimiento del estado, ya no le compensará generar riqueza. En consecuencia, al empresario no le saldrá a cuenta emprender acciones beneficiosas para la generación de empleo, aumento de las transacciones comerciales o distribución de la producción, con el desencadenamiento ulterior que nos podemos imaginar. Nos guste o no, siempre hay alguien que tira del carro.

Es un pequeño detalle que supongo que un politólogo como Iglesias tiene que haber sopesado. Nos gustaría saber qué solución propondrían si un día dejan de ser vírgenes de gobernar.

Corolario: El papel lo aguanta todo.

Suscríbase aquí gratis a nuestro boletín diario. Síganos en X, Facebook, Instagram y TikTok.
Toda la actualidad de Mallorca en mallorcadiario.com.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Más Noticias