La multa de 601 euros al actual presidente del Parlament, 'Balti Picornell', por su protesta pacífica durante el 'Correbou' de Fornalutx en 2016 no apunta ni a gran escándalo ni a una nueva crisis entre Podem y sus socios del Govern. No se huelen nuevos problemas. El 'caso Huertas' está aún muy reciente.
Sin embargo, la notificación de la sanción tan solo 9 días después de ser nombrado, lleva a hacerse algunas preguntas sobre su nombramiento.
Recordarán que PSIB y Més aceptaron a regañadientes a Picornell a cambio del compromiso de Jarabo y Camargo de que la presidencia del Parlament no volvería a protagonizar ningún lio ni escándalo como sí sucedió con Xelo Huertas. El presidente del Parlament no puede estar en los papeles. Me pregunto si cuando PSIB y Més dieron el sí tuvieron presentes las imágenes de aquella sentada de Picronell con otros 15 activistas y su desalojo a la fuerza por la Guardia Civil. Algo que, como todo el mundo sabe, suele acabar con una sanción administrativa. Y la sanción tenía que llegar algún día, y el presidente del Parlament, ahora encarnado en 'Balti', volvería a estar en las portadas.
¿Pedirán ahora Més y PSIB a Jarabo que atienda a aquello de que la segunda autoridad de Balears no puede estar en los papeles?. No es previsible. No es grave. Pero está en los papeles.
Más grave, mucho más grave es que Laura Camargo anuncie pletórica que se siente orgullosa de que el presidente del Parlament actuara como lo hizo y que sea una víctima de la ley 'Mordaza'.
No es casual que el artículo acabe con la palabra 'mordaza'.
