Después de los resultados de las elecciones europeas quedan muchas cosas claras, pero también mucha incertidumbre. Lo que hay es lo que se ha sembrado.
Los partidos grandes han estado más ocupados en descalificaciones mutuas, que en hablar de Europa. ¿No era Europa tan importante?. Y ha pasado que llos partidos pequeños han experimentado un subidón, en especial PODEMOS. Otro discurso, otra política, otras formas de hacer, que gustarán o no, pero ahí están. PODEMOS recoge el descontento de personas de izquierdas en su mayoría, aunque también de derechas. Son jóvenes preparados, con mensajes que la gente quiere oir, hacen uso de las redes sociales que les ha dado un resultado eficaz. No comentamos la ventaja de tener una televisión o dos a disposición para lanzar sus propuestas. Por cierto hablar de la viabilidad de sus propuestas en la situación actual es otra historia.
El reto que para la clase política española y en especial para los grandes partidos es volver a hacer política de concertación de diálogo, con una voluntad de llegar a acuerdos. Ya no vale joder al adversario político, ahora toca dialogar, para favorecer los intereses de los ciudadanos, los grandes olvidados de la crisis y de estas elecciones.
No vale ya, la descalificación, los resultados están ahí, o si no que se lo pidan a la señora Valenciano o la señora Armengol, ¡qué caras! En la noche electoral. La culpa no es del contrario, la culpa es de todos.
La izquierda ha ganado, si lo sumamos todo. Los partidos hasta ahora grandes, deben revisar su “modus operandi”, menos sacarse los trapos sucios y más construcción de mejores condiciones para los ciudadanos.
Urge una profunda revisión del modelo de Estado, incluyendo una revisión exhaustiva institucional. No puede haber más dilación. Hay que acercarse a la población y hablar su mismo idioma, de lo contrario va a ser la perdición de los grandes. Comunicar mejor, cambiar las formas, otra manera de actuar, son cuestiones que se deben abordar.
Y por cierto, no queda otro remedio para los partidos que oxigenarse, democratizarse. No pueden continuar siendo un grupo de poder con privilegios, etc. Tienen que convertirse en organizaciones abiertas con personas capaces de representar a la ciudadanía. Hay que cambiar las caras, hay partidos que lo deben hacer ya; y ya veremos lo que sale del congreso extraordinario del PSOE, es un ejemplo de lo que se debe hacer para demostrar que todo tiene consecuencias, y que no se puede estar permanentemente disfrutando del poder. Todo tiene su ciclo.
Para acabar, los señores que rigen Europa, deben hacer un ejercicio de transparencia, explicar ¿quién nos manda? ¿Cómo mandan? ¿Qué repercusión tiene sobre nosotros? ¿Cómo podemos hacer llegar nuestra voz a Europa, a Bruselas o Estrasburgo? Un sinfín de preguntas que deben tener respuestas en todos los países europeos. En definitiva hay que explicar bien lo Europa de una vez por todas.