Sólo 25 mujeres de 1.500 víctimas de violencia machista en Palma llevan pulsera antimaltrato

Las cifras estremecen y demuestran enormes grietas en el sistema de protección. Las unidades especializadas de la Policía Nacional y la Policía Local atienden en Palma a unas 1.500 mujeres víctimas de violencia machista, pero solo 25 de estos casos disponen de pulsera antimaltrato. Así lo reveló este miércoles el jefe de la Unidad de Familia y Mujer (UFAM), Eduardo Pérez, antes de participar en la jornada organizada por UGT titulada ‘La violencia machista desde una mirada profesional’.

Pérez señaló la necesidad de incrementar los dispositivos de control como herramienta clave de protección, citando como ejemplo el reciente caso de Costitx, donde el agresor —reincidente y con una orden de alejamiento— logró atacar a su expareja.

El jefe de la UFAM fue claro: hay comportamientos de algunos maltratadores que “son difíciles de parar” y pidió no caer en el automatismo de buscar culpables inmediatos. “Por mucho trabajo que se haga, es prácticamente imposible evitar según qué consecuencias”, lamentó, subrayando que las órdenes de protección “son más efectivas con controles telemáticos que sin ellos”.

El responsable policial también puso cifras sobre la mesa: de media, cada agente atiende a un centenar de víctimas, por lo que reclamó un refuerzo de plantillas pese a que la UFAM ha duplicado efectivos en los últimos años.

La psicóloga Noelia Gabaldón, de la Oficina de Asistencia a las Víctimas del Ministerio de Justicia en Palma, alertó sobre otra tendencia inquietante: el rejuvenecimiento del perfil de las víctimas. Una realidad que ha pasado de mujeres entre 40 y 60 años a jóvenes, incluso menores de edad. “Es un número altísimo el de chicas jóvenes, incluso adolescentes, en relaciones de pareja de violencia muy grave”, advirtió. Además, señaló que el miedo al agresor y la desconfianza en la efectividad del sistema siguen siendo barreras para denunciar.

Desde UGT, su secretaria de Políticas Sociales e Igualdad, María José Cordero, urgió a reforzar medios policiales, judiciales, psicológicos y sociales, además de aumentar la inversión educativa en igualdad. También reclamó más formación específica en el ámbito laboral, donde persisten el acoso sexual y el acoso por razón de sexo, fenómenos “invisibilizados” que requieren la figura activa de delegados sindicales especializados en igualdad.

MACROENCUESTA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER

Macroencuesta-2024

La Macroencuesta de Violencia contra la Mujer 2024 ofrece una radiografía inquietante: la violencia sexual fuera de la pareja ha aumentado de forma significativa en prevalencia revelada, especialmente por la mejora de los mecanismos de detección y definición. La proporción de mujeres que afirman haber sufrido tocamientos sexuales no consentidos a lo largo de su vida ha pasado del 4,6% en 2019 al 12,1% en 2024, según la tabla de prevalencias del ítem de tocamientos físicamente invasivos.

En términos de acoso sexual en los últimos cuatro años, la cifra se mantiene estable y prácticamente idéntica a 2019, con un 17,8% de mujeres afirmando haberlo sufrido.

Pero el indicador que mejor retrata el cambio sociocultural es el del acoso digital: una de cada tres mujeres jóvenes de entre 16 y 24 años (33,2%) ha sufrido hostigamiento online con connotación sexual o intimidatoria.

El documento subraya también el impacto de la metodología en los resultados. La introducción de la vía online para responder —con anonimato reforzado— ha demostrado aumentar la revelación de violencia y reducir la autocensura. La propia encuesta reconoce que la prevalencia detectada depende de la sinceridad de las respuestas, condicionada por factores culturales y emocionales; en otras palabras, parte de la violencia permanece oculta.

Baleares: invisibilidad estadísticaEl estudio incluye números sobre la muestra balear —282 entrevistas efectivas, tal como figura en la tabla 21.2— y una distribución por edades en el marco muestral de 922 mujeres en Baleares. Sin embargo, y aquí está el problema, no hay datos de prevalencia de violencia específicos para Baleares dentro de la macroencuesta; ni sobre violencia psicológica, ni sexual, ni denuncias, ni percepción del sistema de protección, ni experiencias de acoso digital.

Mientras Palma registra 1.500 mujeres bajo protección policial y solo 25 con pulsera antimaltrato, la macroencuesta —la mayor herramienta estadística del país— no permite saber si Baleares sufre más, igual o menos violencia que otras comunidades. No hay indicadores comparados ni mapas regionales. La ausencia deja un vacío para el diagnóstico, la prevención y la intervención pública en el archipiélago.