Martín Presa, el presidente del Rayo, anda enzarzado aún en el Sporting-Villarreal de la pasada temporada que piensa le condenó al descenso. Acólito de Javier Tebas, ha conseguido el apoyo del presidente de la Liga de Fútbol Profesional en esta causa perdida, aunque siempre hay otras. Sandoval, el entrenador al que ha confiado la reconquista, se las tuvo tiesas con Miku, su mejor delantero, y el veterano Trashorras, el capitán que los manda. Vientos que preceden a las tempestades soplan por la Avenida Fofó de la barriada madrileña. El público, como siempre ocurre, dictará sentencia al manifestarse contra el técnico o el equipo. Dependerá del gran dictador, su majestad el resultado según se vaya desarrollando el partido.
Si el Mallorca pudiera elegir el momento en que disputar cada jornada, salir a Vallecas en la presente es un regalo del cielo. De hecho los de Fernando Vázquez, ahora dice que no le gusta que le llamen por el apellido a secas, no podían haber imaginado un calendario más benevolente para empezar el curso: dos recién ascendidos, un visitante, el Oviedo, en formación, y un anfitrión, el vallecano, que navega en aguas procelosas y en la cola de la intrascendente clasificación. Resultado: dos puntos de nueve. A ver si nos dejamos de posesiones y otras mentiras inherentes al propio deporte y cerramos el fin de semana con cinco de doce, que no servirían para tirar cohetes pero si para constatar que las oraciones del Papa surten efecto.
Por cierto, permítanme una rectificación puntual ante un dato incierto. El mago Pedro Terrasa no firmó una clásula de 1.800 euros en lugar de 18.000 al Chory Castro. Al César lo que es del César, la inscribió por 1.800.000 en lugar de 18.000.000. Javier y Pedrito, Pedrito y Javier, entre magos anda el juego, aunque no sabemos quién ejerce de conejo y quién de chistera.
