Según lo que publica la prensa, Mauricio Rovira, el nuevo responsable popular de Carreteras del Consell de Mallorca, habría dicho que no será él sino los funcionarios y técnicos los que decidirán el trazado del segundo cinturón de Palma, esa llamada vía Conectora que provocó una ola de oposición por todo el trazado propuesto. Supongo que, en coherencia y siguiendo con la lógica surrealista que se infiere de estas palabras, cuando los técnicos hayan decidido el trazado, los políticos dibujarán los planos y, por supuesto, en las siguientes elecciones no votaremos izquierdas o derechas, sino ingenieros o biólogos. Supongo que Rovira no habrá querido sumirnos en este delirio propio de Evo Morales, sino que probablemente pretendía decir que su gobierno no hará cualquier barbaridad en contra del criterio básico que adopten los técnicos. Sin embargo, la decisión es y debe ser suya, de Salom, del PP. Porque si fueran los técnicos los que deciden, habría que ver qué proponen y si les quitáramos toda sensibilidad ambiental y dejáramos que se guiarán por la lógica del tráfico entonces seguro que nos proponen un segundo cinturón como toca, hasta detrás de Son Rapinya, pasando por la UIB. Ningún técnico en su sano juicio propondría un segundo cinturón con confluya, como la carretera de Valldemossa, como el acceso al hospital de Son Espases, como el camí dels Reis, en la rotonda de Emaya. Eso, al menos, es lo que su propio partido (Mabel Cabrer) nos había dicho en su momento que era el trazado lógico y el que, si pudiéramos dejar de escuchar las protestas de la calle, parece razonable. Rovira: ¿dejamos que los funcionarios elijan y ahora propongan el viejo trazado por el Secar y hasta Son Anglada, que es el que dice la lógica?
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