La puesta en marcha del PET-TAC por parte de la Clínica Rotger sitúa a Baleares a la vanguardia de la detección precoz del cáncer, ya que esta tecnología de última generación permite detectar y diagnosticar lesiones de hasta dos milímetros de tamaño, lo que supone un avance importantísimo respecto a los sistemas actuales. El PET-TAC, el primero que se pone en marcha en las Islas, responde al deseo del centro sanitario de ofertar "en estos tiempos de crisis una luz en el campo de la salud y llegar siempre al mejor diagnóstico", en palabras de Rosa Regi. Esta tecnología sustituye al PET del año 2000, mediante el cual "se ha explorado a 6.000 enfermos, quienes no han tenido que desplazarse a la Península para ser diagnosticados de cáncer". Y es en este contexto, es en el que Rosa Regi, destaca el esfuerzo llevado a cabo por la clínica, tanto en el aspecto económico, como humano y de infraestructura, un esfuerzo que "sólo podemos hacer pensando en el paciente". Dos equipos médicos, los especialistas en Medicina Nuclear y Radiología, se han unido para ofrecer esta nueva tecnología, que inició oficialmente su andadura el pasado día 15 y que desde entonces ha permitido detectar un tumor de 3 milímetros, "algo que nos llena de satisfacción por el futuro que podemos ofrecer a este paciente" Y es que, como ha resaltado Fernando Rotger, desde el año 1944, en que se fundó la clínica, "una de las bases ha sido no defraudar la confianza de los enfermos y la sustitución del PET va en esta línea, porque si algo tenemos claro es que no podemos errar un diagnóstico por un déficit tecnológico". Fernando Rotger es claro cuando asegura que la capacidad de un buen profesional "no puede verse limitada por la tecnología"; es más, un estudio realizado en Son Dureta asegura que "tras la realización de un PET, los médicos han cambiado la opción terapéutica al 40 por ciento de los pacientes". No obstante, las posibilidades del PET-TAC van mucho allá, ya que es una tecnología que se ha revelado muy útil para el estudio de enfermedades neurológicas y cardiológicas. Por otra parte, tal y como ha resaltado la doctora Marta Valero, responsable del Instituto de Medicina Nuclear, no hay que olvidar que "la exploración no es molesta ni dolorosa y pasa de los 50-60 minutos que duraba con el PET convencional a 18 minutos, algo muy valorado por el paciente. En cualquier caso, no hay que olvidar que con la incorporación del PET-TAC, "además de ofrecer una información metabólica de las lesiones tumorales, al ser un equipo que aúna ambas tecnologías, ofrece información estructural y anatómica tumoral, pudiéndose utilizar de forma independiente y sin compromiso, o de forma conjunta para combinar dichas imágenes".




