El delegado en Baleares de la asociación nofumadores.org, Salvador Tàrraga, ha pedido a todos los ciudadanos que actúen ante el incumplimiento de la Ley antitabaco y denuncien las infracciones a la normativa, siempre y cuando el fumador se niegue a apagar el cigarrillo y el responsable del local se abstenga de intervenir. La nueva normativa, que ha entrado en vigor este pasado domingo, prohíbe fumar en bares, restaurantes y espacios públicos y de ocio cerrados, por lo que si se ve a alguien fumando en un lugar público o en cualquier lugar donde esté prohibido hacerlo “podemos pedirle al fumador que apague el cigarrillo y en caso de que se niegue hay que comunicar el hecho al responsable del lugar”, señala Tárraga. “Si aún así no pasa nada, debemos pedir el libro de reclamaciones y poner el hecho en conocimiento de la Administración, denuncia que se puede presentar en cualquier registro de la Comunidad Autónoma”, recuerda el responsable de nofumadores.org, entidad que ofrece un modelo de denuncia para facilitar el trámite a cualquier ciudadano que se vea en la necesidad de hacerlo”. La entidad recuerda que la Ley establece multas para los infractores que van desde los 30 hasta 600.000 euros según la gravedad. En este sentido, Tàrraga reitera que está prohibido fumar en todos los locales de uso público cerrados, sin excepción: bares restaurantes, discotecas y salas de juegos, entre otros; aeropuertos y estaciones, ya que desaparecen los puntos de fumadores; medios de transporte, incluidos los trenes y los autobuses turísticos con el piso superior al aire libre, e interior y exterior de hospitales, colegios y parques infantiles, incluidos los aparcamientos. Igualmente, esta prohibida la aparición y publicidad del tabaco en los medios de comunicación. AUTORIZADO FUMAR Paralelamente, la normativa permite fumar en el recinto exterior de las universidades, plazas de toros y estadios deportivos, cuando estén al descubierto; espacios habilitados en centros de mayores, psiquiátricos y prisiones; terrazas descubiertas que tengan, como mucho, dos paredes y un techo; clubes de fumadores establecidos sin ánimo de lucro y sin personal, a los que sólo podrán acceder sus socios, claramente censados y sólo a partir de los 18 años, y en las habitaciones reservadas para fumadores por los hoteles, hasta un 30% como máximo, y que deberán ser siempre las mismas y estar separadas del resto.




