Los sindicatos educativos de Baleares han insistido este lunes en la necesidad de que haya ratios más bajas de alumnos por aulas para el inicio del curso escolar 2020-2021 con vistas a afrontar la situación de crisis sanitaria derivada de la pandemia del coronavirus. Así lo han expresado USO, ANPE y el sindicato Alternativa tras analizar las propuestas de la Conselleria de Educación en la Mesa Sectorial que ha tenido lugar este lunes.
Los tres sindicatos han reclamado menos alumnos por aula para guardar la distancia de seguridad y, por tanto, más profesores en los centros para evitar contagios por coronavirus y garantizar una vuelta segura a la escuela.
El sindicato USO ha denunciado que el inicio del curso "será un caos absoluto" y ha pedido a la Conselleria de Educación que lidere la situación "coordinando un protocolo general lo más preciso posible siguiendo las indicaciones del Ministerio de Sanidad".
El sindicato mayoritario de la escuela concertada ha solicitado también una comisión de seguimiento permanente para evaluar la evolución de la pandemia, que se adapte el currículo y los criterios de evaluación para este curso y que los trabajadores de riesgo tengan un tratamiento diferenciado. Asimismo, tanto USO como ANPE han insistido en la importancia de que haya profesionales sanitarios en los centros educativos.
"INCERTIDUMBRE, INACCIÓN E INSEGURIDAD"
Por su parte, Alternativa ha señalado que "incertidumbre, inacción e inseguridad son las 3 palabras que mejor describen el inicio del curso", y ha censurado que los equipos directivos de los centros han realizado planes de contingencia "sin ser expertos en previsión de riesgos ni sanitarios".
Respecto a la gestión de la Conselleria, el sindicato ha indicado que "parece que hacen mucho porque anuncian muchas cosas", pero ha asegurado que "la realidad es que el curso se pondrá en marcha con una cifra de docentes o menos igual a la del curso pasado".
De acuerdo con Alternativa, Educación "se ha excusado constantemente en que el futuro epidemiológico es incierto, en lugar de trabajar con los ayuntamientos de las islas, con los hoteleros y cualquier otro organismo que disponga de espacios para redistribuir el alumnado". La entidad sindical ha indicado que los dirigentes políticos "saben que no nos podemos reunir con más de 10 personas de nuestra familia, pero quieren que estemos con 20 personas de 20 familias diferentes dentro de un espacio reducido".
FALTAN DOCENTES, ESPECIALMENTE EN LOS INSTITUTOS
Por último, ANPE Baleares ha considerado que la apuesta de incorporar 72 nuevos docentes para la pública "sigue siendo insuficiente" y ha señalado que "continúan siendo los institutos los centros educativos más castigados".
El sindicato ha destacado que "se pretende exigir un mayor horario lectivo y mayores esfuerzos a cambio de menos. Lo mismo ocurre con los equipos directivos, los cuales asumen de cada vez más responsabilidades sin disponer de los recursos que consideran necesarios".
Además, ANPE ha pedido que todo el material higiénico y sanitario llegue a los centros antes de que se incorporen los alumnos el próximo 10 de septiembre, y ha lamentado "la falta de unas instrucciones claras y precisas.
ADVERTENCIAS DEL SINDICATO MÉDICO
Por su parte, también el Sindicato Médico de Baleares (Simebal) ha mostrado sus dudas sobre la seguridad ante el inicio del curso escolar por el aumento de contagios de Covid-19. Así, el delegado de Simebal en Menorca, Claudio Triay, ha alertado este lunes sobre la incidencia acumulada de casos registrados en Baleares en los últimos 15 días, y ha advertido de que "aún no hemos llegado a la meseta de la curva".
Al mismo tiempo, Triay ha asegurado que la situación de contagio ha evolucionado a nivel comunitario y está creciendo mucho. A su juicio, no solo hay que tener en cuenta "la exposición de los alumnos, sino también de los profesores y familiares", a la vez que ha exigido pruebas PCR para todos los docentes.
En la misma línea, desde Simebal han solicitado la realización de test a los niños a través de la saliva. Triay ha explicado que se trata de una prueba novedosa aprobada por la Agencia Estatal del Medicamento, cuyas principales ventajas son que es un procedimiento "barato, rápido, y se puede realizar una cantidad importante de pruebas al mismo tiempo".
También ha exigido que las ratios de las clases sean como máximo de 10 a 15 alumnos, ya que, en su opinión, un aula con 25 escolares "sería excesivamente numerosa". Triay ha defendido, igualmente, la posibilidad de utilizar parques, jardines o espacios al aire libre para ampliar el espacio físico de las escuelas.