¿Qué idea tenemos de la Palma turística? ¿Tiene que ser un lugar con vida, con un entorno atractivo, con dinamismo? ¿Encaja un casino en esa Palma o eso nos podría situar al nivel de Mónaco y eso no nos va y preferimos que nuestra oferta tenga el nivel de Magalluf? Nadie asistió ni mostró interés alguno por el traslado del Casino a Palma, en unas instalaciones que están muy correctas y que pueden aportar a la ciudad. Aunque, siempre hay un aunque, el local no es el más idóneo, el que tiene más encanto. Ustedes verán: ¿cómo debemos leer esta ausencia masiva de políticos que habrían acudido a cualquier clase de evento? ¿Tenemos que hacer alguna lectura de ello? Seamos benévolos: pensemos que como es una actividad que fomenta el juego, no parece ideal para respaldar. Pero, en ese caso, ¿por qué se permitió su traslado desde Calvià? Suena realmente mal que sí se de el permiso para el traslado, pero no se avale la inauguración con la presencia de las autoridades.
