¡Al fin podemos volver a abrir la agenda!
lunes 04 de mayo de 2020, 05:00h
Además de la presión psicológica que supone perder la libertad de movimiento, el confinamiento derivado de la emergencia del COVID-19 ha tenido otro efecto perverso para nuestra psiquis, el no poder hacer planes.
El desconocimiento de cómo evolucionaría la enfermedad durante estas semanas así como de sus consecuencias sobre nuestra movilidad y sobre la economía ha supuesto tener que realizar un parón en nuestros proyectos y expectativas. No sabíamos cuándo podríamos hacer tanto lo necesario como lo ocioso (que también es necesario por cierto). De golpe y porrazo tuvimos que borrar de nuestra agenda cualquier cosa que estuviera anotada, o al menos, ponerla en standby.
Esto, que puede parecer cuestión baladí, es muy relevante de cara a hacer rodar la economía como de cara a tener una mente ocupada en proyectos personales y profesionales. Ambas cosas han sufrido un atrancamiento de importantes consecuencias, claro está.
Es por ello que el anuncio de “desescalada” realizado era de vital importancia de cara a conseguir que tanto los ciudadanos como las empresas nos podamos volver a planificar nuestra vida, a lanzar proyectos, a reinvertarnos, a tener ya la posibilidad de andar en pasos ciertos.
Somos conscientes que en un momento o en otro habrá algún repunte de las infecciones, y que ello puede derivar en un nuevo período de restricción de nuestros movimientos, pero ahora que ya conocemos al enemigo de frente, al menos ahora podemos empezar a caminar.