El presidente Antich quiere que se construyan más viviendas sociales en Baleares. Cuando el mercado inmobiliario está saturado y los bancos tienen un importante stock de viviendas embargadas, Antich insiste en construir más pisos sociales, unos 1.200 aproximadamente. Pero para eso hace falta financiación y los bancos, con mucho sentido común, dicen que si quieren pisos, que pasen por sus oficinas. No hace falta ser un lince en temas inmobiliarios para saber que si cualquiera va a un banco puede conseguir pisos a buenos precios y con unas buenas condiciones económicas. Los bancos, además, tienen la obligación de eliminar sus activos inmobiliarios. La mejor solución para Antich podría ser alcanzar un acuerdo con los bancos para ver qué pisos embargados pueden ser puestos en el mercado en condiciones favorables para los ciudadanos con menos ingresos, pero pedirles ahora a las entidades financieras que se embarquen en otros 1.200 pisos sociales es un auténtico despropósito. Ya se harán pisos sociales en otro momento más propicio para la economía balear porque ahora hay otras prioridades.





