Armengol, piel de neula

Segunda semana de leyes absurdas destinadas a acabar en el cubo de la basura. Francina Armengol es la responsable del disparate, por mucho que ande más callada que otra cosa y los golpes le caigan a Biel Barceló por la Ley Frankenstein de los alquileres turísticos. Lo de los «toros a la balear» es de película barata de chinorris ninja: mucho salto, mucho humo y estrellas voladoras, mucha tontería y poca chicha. En el caso de los alquileres turísticos hay que reconocerles la razón en una cosa a los de Podemos. Dicen que si la ley es una madeja de chorradas en la que nadie se aclara es por culpa de Barceló. Totalmente cierto, nadie llevaría una ley al Parlamento balear sin antes consensuarla con quien la tiene que votar. Y los de Podemos, que tienen una innata querencia por el sabotaje como herramienta política, se la han cargado. Barceló ha sido ingenuo, diría que lento, lo que no exime de responsabilidad a Armengol, que, como siempre, se pone de lado como si el asunto no fuera con ella. Ahora parece que hay «casi un acuerdo», lo que quiere decir en vulgo que Podemos ha doblegado al Gobierno balear que se ha comido dobladas y con patatas las exigencias expuestas por Salvador Aguilera, sí el del críptico grito parlamentario de «Melià, Meliaaaaaaaaaaaaaaaaà» .

No ha sido el único guantazo en toda la boca que se ha llevado Armengol. Lo de guantazo es en sentido figurado para no decir zasca, que está muy visto. Lo aclaro porque tal y como están las cosas igual me cae una denuncia por incitación al odio y a la violencia machista, que la izquierda va de tolerante cuando planta querellas y multas a los que osan penetrar con palabras su exquisita piel de neula. La presidenta tiene por costumbre enviar a mariachis al frente. Los hace salir de la trinchera y les dice «si eso, ya voy yo después». Salen a pecho descubierto y se inmolan. Ha sucedido con el menorquín Pere Joan Pons que va y dice que en Baleares se apuesta por el «federalismo interior», ya que Armengol lleva hablando de ello «desde hace siete u ocho años». La parida esta se la inventaron los de Més per Menorca, justo es reconocerles la tontería, que no todo el mundo posee tal ingenio. No me consta que Armengol lo tenga entre ceja y ceja, aunque tampoco me extrañaría que se plagien los unos a los otros. Nunca he entendido la manía de algunos políticos de que pudiendo copiar las cosas buenas se empeñan en fijarse lo peor. En Ferraz, que no saben ni qué república, ni qué estado federal quieren porque serían incapaces de ponerse de acuerdo hasta para elegir el menú de la primera comunión, han dicho que lo del federalismo interior es una «ocurrencia». Guantazo para Armengol que se come Pere Joan Pons por salir de la trinchera. Como ocurrencia es cargarse los toros en Baleares, pero no meterle mano al asunto en Madrid o en Extremadura o Andalucía o Navarra no vaya a ser que nos corran a gorrazos por la Calle Mayor. Esa es la coherencia del PSOE. Matar toros es lo mismo en todos los sitios, digo yo. Si no se aclaran con la tauromaquia, ¿cómo coño van a configurar esa quimera del «estado plurinacional»?

No poco de todo este desatino se explica por la repetición de los fallos de los anteriores gobiernos multipartitos que hemos padecido en Baleares. Este Tercer Pacto de Retroceso se convierte de nuevo en una competición para ver quien es más de izquierda y más catalanista. Si uno dice una tontería, el otro más, debe superarla para aparentar más zurdo y catalino. Ello nos conduce a desvaríos leídos hace unos días como el de que el Govern pida por escrito —junto a Cataluña y País Valenciano, como no— que el servicio de cita previa para solicitar el DNI se preste en catalán, o que hagamos un registro de jueces catalanohablantes no vaya a ser que nos juzgue algún lacayo españolista, o que el Boletín Oficial del Estado, el BOE, se traduzca al catalán. Esto último es muy grande. Se quejan de que la traducción al catalán la paga la Generalitat y que debería ser el Estado el que la asumiera. Que me digan de dónde demonios saca la pasta la Generalitat. Lo de la cita previa del DNI y los jueces, mejor ni comentarlo. Fuegos artificiales…

Hablando de fuegos artificiales… Los que trabajamos en prensa sabemos que en verano la sequía llega en forma de noticias chorras, de esas que guardan polvo en el armario y hay que sacarlas para que se oreen y brinden algún titular. Hace unos días les comenté a unas jóvenes colegas de profesión que no hay verano ni Navidad en los que no se publique algo relacionado con los neardentales. Patapam, dicho y hecho, así ha sido, han encontrado restos de nuestro antes primo y ahora hermano sapiens en Atapuerca. Molan los antropólogos españoles, los belgas dicen que los neardentales se comían a los bebés… Los otros grandes temas tan cíclicos como vacíos son la remodelación del barrio palmesano de Corea y el Régimen Especial de Baleares, el REB, o sea la pasta que nos tiene que dar el Gobierno. No les voy a enumerar las ruedas de prensa que he cubierto ni las noticias que he escrito al respecto de las dos cuestiones para no aburrirles. Espero equivocarme por el bien de todos cuando digo que Corea seguirá hecha una pena y que continuaremos lloriqueando porque «Madrid nos roba».

Lo que sigue hecho unos zorros es Podemos. No contentos con zascandilear aquí y allá, su afán de destrucción les lleva a purgarse entre ellos. A la maléfica Laura Camargo —algo así como la Bruja del Este— le ha salido una competidora campechana y con pinta de Chelo Huertas y Montse Seijas, que las pones una al lado de la otra y parecen las trillizas que le hacían los coros a Julio Iglesias. Bueno, bien mirado se parecen más a Las Supremas de Móstoles, aquellas de «eres un enfermo, eres un enfermo, eres un enfermo del cibersexo». Mae de la Concha –nombre impronunciable en la Argentina— es el recambio que Alberto Jarabo ha comprado porque se le ha gripado el coche en la carrera con Camargo para hacerse con la secretaría general de los morados baleares.

El podemita de la semana ha sido Balti Picornell, nuestro presidente del Parlamento balear. No voy a juzgar su look para ir a ver a Felipe VI al Palacio de la Almudaina. Por mí, como si va en plan picapiedra con un tanga de leopardo y una porra en el hombro. Lo que ha sido penoso es que le regala un libro de historia al monarca —eso en sí no está mal— y tiene los bemoles de dedicárselo. Balti, está muy feo dedicar libros que no has escrito. Peor aún es lo que le escribe al rey: «Bajo las carreteras y caminos de vuestro reino hay hombres y mujeres que lucharon por la democracia y la libertad que merecen el trato humano y el esfuerzo de todas y todos para... [bla, bla, bla]». Dejo de lado la cutrez de la neolengua roja en eso de «todas y todos». Lo lamentable es que se dirija al rey con lo de «vuestro reino». A ver, Balti, por favor, los libros de historia más que regalarlos hay que leerlos. Te lo digo de republicano a republicano: que Felipe VI sea rey no significa que sea dueño de una mierda. El reino es nuestro, de todos los ciudadanos, no de él. Esto no es la Rusia de los Zares, ni somos los pobres siervos que vivían en un régimen de semiesclavitud y que apenas eran propietarios del jergón en el que dormían. Esto no es el Congo belga, ni somos los desgraciados negritos machacados por el pérfido rey Leopoldo, que sí era dueño, amo y señor de las tierras africanas. No seas cateto, entiendo que no te guste el rey, pero no le des lo que no es suyo, que España, federal o no, monárquica o republicana, es de todos nosotros. Joder, no es tan difícil.... Y de paso, no estaría mal que le echaras un ojo a la bibliografía de Eric Hobsbawn, el que con toda probabilidad ha sido el historiador marxista más importante, y aprendieras de sus sabias palabras. En mi humilde opinión, también te podrías acercar a Tony Judt, aunque sospecho que en los círculos preferís al charlatán de Noam Chomsky. Así no me extraña que Baleares encabece año sí y año también la tasa de abandono escolar. Tal vez creas que los que saben de educación son los de las camisetas verdes, y así nos va.

No piensen que el Partido Popular anda mucho más fino. Lo que sucede es que cualquier desgracia comparada con el mal fario que emana de Podemos parece poca cosa. Aún colean las comilonas de langosta y Möet en Cabrera… Fíjense en como David Abril de Més per Mallorca se ha lanzado como un caniche rabioso al tobillo a las supuestas irregularidades de la empresa concesionaria del Matadero de Palma. Ha mordido y no va a soltar. El tema le va a dar para hacerse unas cuantas camisetas.

Pero no todo son políticos, por Dios. Estos días se cumplen treinta años del lanzamiento de Apetitte for Destruction de Guns n’Roses, disco mítico que revitalizó el rock y contribuyó a desterrar el horterismo de los años 80. Todavía hoy resulta increíble que cinco indeseables tipos macarras, yonquis que vivían entre mugre y furcias, pudieran facturar semejante artefacto, una obra maestra monolítica y rotunda. Les pasó lo mismo que a Truman Capote después de finalizar A sangre fría, que nunca se repusieron de ello. Sí, 1987 fue un buen año para música. Podría hablarles de que también se publicó Electric de The Cult, que es tanto o más importante que el Apetitte, pero esa es otra historia…

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