Los robos venían produciéndose desde el pasado mes de octubre y según ha explicado la Policía Nacional, los ladrones acudían a los centros en un vehículo propiedad de uno de ellos.
Tras estacionar en las inmediaciones, el conductor vigilaba y cubría la huida mientras su compinche se acercaba al área de estacionamiento de patinetes con una cizalla oculta entre sus ropas.
Así y tras cerciorarse de que nadie le observaba, cortaba las cadenas de seguridad usadas para asegurar sus patinetes, y huía del lugar en el citado vehículo con su socio. Las primeras actuaciones de estos delincuentes tuvieron como escenario un polideportivo en Palma, donde en poco más de una semana perpetraron tres de los hurtos investigados.
SORPRENDIDOS POR UNA VÍCTIMA
En una de sus acciones, ambos jóvenes fueron sorprendidos en plena acción por la dueña de un patinete que los delincuentes ya habían guardado en su coche aunque la mujer logró impedir que se lo llevaran.
Los últimos hechos tuvieron como escenario las piscinas de Son Hugo y dos institutos, el antiguo centro escolar de uno de ellos y otro muy próximo al polideportivo donde comenzaron a robar. En total, la policía cree que han sustraído hasta 11 patinetes eléctricos.
El pasado día 2 un ciudadano sorprendió a los ladrones mientras robababa, impidiendo que consumaran el hecho y avisando a la Policía.
Esto permitió a los agentes recabar datos esenciales para identificar a los sospechosos, lo que no había sido posible hasta el momento porque no habían tenido problemas con la ley. La primera detención tuvo lugar el pasado miércoles, recuperando los agentes la cizalla y otras herramientas usadas para lograr apoderarse de los patinetes robados.
El segundo, sabedor de que no lograría huir de la Policía, se entregó el jueves, pasando ambos a disposición judicial ese mismo día.