A puertas de la Navidad, Baleares le declara la guerra a las fiestas, incluso a las que no se lleguen a celebrar. El Govern ha aprobado una modificación legislativa para poder sancionar no sólo la participación en eventos con aglomeraciones sino también la convocatoria y organización de los mismos.
El último Consell de Govern ha aprobado un decreto que supone al menos siete cambios legislativos en cuestiones tan variadas como las sanciones por incumplir las medidas anticovid y por practicar turismo de excesos, el pago de prestaciones sociales, la compra de medicamentos, las tasas para bucear en reservas marinas, la regulación de los patrocinios y la cesión de patrimonio a cámaras agrícolas.
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En cuanto a las fiestas no celebradas, se considerarán infractoras las personas que hayan organizado o comercializado eventos que habrían implicado aglomeraciones, a pesar de que estos no se hayan llegado a realizar.
El cambio establece un régimen sancionador específico y se ha adoptado porque la experiencia al tramitar estas sanciones ha revelado la necesidad de aclarar que también se deben considerar infractoras las personas que han comercializado u organizado reuniones, fiestas, u eventos esporádicos o eventuales en los que se produzcan aglomeraciones que dificulten cumplir las medidas sanitarias de prevención, y también las que han publicitado estos actos, aunque estos eventos finalmente no se hayan realizado porque las administraciones los hayan detectado antes.
Así, si la fiesta no se ha celebrado se considerará una infracción grave y si ha llegado a celebrarse muy grave.
Además, a partir de ahora, los inspectores de la Conselleria de Modelo Económico, Turismo y Trabajo, se podrán identificar en el acta de inspección mediante el código de identificación que consta en su carné profesional, como ya hace la Policía Local, para poder mantener su intimidad y seguridad.