Para el primer cuarto del encuentro, Azulmarino inició con la posesión, pero la fortuna no estuvo de su lado. Zamora implementó un juego veloz entransición, sin embargo las buenas combinaciones del cuadro local permitieron cerrar el primer capítulo 19-10.
El siguiente tiempo empezó anotando el Recoletas Zamora para intentar darle otra cara a la disputa. El conjunto mallorquín no ofreció su mejor versión. Las pérdidas de balón y la desconexión pasaron factura a Azulmarino. Las locales no pudieron frenar los contraataques dominantes de las visitantes y los dos conjuntos partieron hacia vestuarios con un 31-30 en el electrónico.
Tras el descanso, el bloque de Alberto Antuña se mostró más reconocible. A partir de ejecutar un juego más intenso, las baleares consiguieron recibir y anotar varias faltas afavor para crear una pequeña distancia. Zamora se sintió descolocado ante esta nueva versión de Azulmarino y sin poder aprovechar ningún rebote, las visitantes no pudieron evitar que el parcial cerrase 22-20.
La entrega final supuso poner toda la carne en el asador. A pesar de que el Zamora igualase rápidamente el resultado mediante las mismas transiciones rápidas que castigaron durante todo el encuentro a la escuadra local, un triple anotado por Adut Bulgak y la férrea defensa dieron el plus de energía necesario para que el cuadro azulón pudiera llevarse la victoria por 72-64.







